Meditación y relaciones personales

Para disminuir el estrés y disfrutar cada día al máximo, es clave tener relaciones sanas con las personas con las que interactuamos cotidianamente. Por eso, es importante dedicar tiempo a reflexionar, meditar y resolver nuestros sentimientos conflictivos.

El principal origen de los conflictos con nuestros lazos personales, viene del pensar solo desde mi perspectiva, convencidos de que “solo yo tengo la razón”, sin dar oportunidad de escuchar la perspectiva de la otra persona.

Entonces, cada persona actúa desde su criterio, el cual está cargada de prejuicios, expectativas, rencores y emociones guardadas por experiencias pasadas, apegos y miedos. Todos estos factores contaminan el relacionamiento con las personas tanto del círculo familiar, laboral o de amistad.

Meditando es posible desechar todas las cargas y descubrir que muchas de ellas existen solo en la mente y no en la realidad. Desde una meditación profunda, introspectiva y reflexiva logramos una perspectiva más amplia, nos hacemos conscientes de nuestra actitud hacia los demás, nos arrepentimos, perdonamos y, lo más importante, soltamos.

De esta manera aprendemos a valorar y aceptar a cada persona, sin que nuestra mente se interponga. Adquiriendo más empatía hacia las personas, tolerancia e inteligencia emocional.

Fuente: Entrevista dada a la revista VOS


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