Testimonios
Sanando mi cuerpo y mente
Había empezado esta meditación porque estaba enferma, sentía mucho dolor por un problema de columna, me deprimía de tanto dolor. Mi esposo ya meditaba y siempre me decía que vaya a meditar con él, yo nunca le di importancia hasta que un día decidí ir. A una semana de haber empezado ya me di cuenta de que era algo increíble, a medida que más meditaba más me gustaba, hasta llegó un momento en que no quería ir más a mi casa, me encantaba estar en el centro, cosa que hasta hoy día es así pero lamentablemente por la pandemia no nos podemos reunir más.
En dos meses llegue al último nivel, pero tuve que dejar un tiempo por una cirugía delicada en la columna. Luego volví a hacerme otra cirugía, dejé de meditar nuevamente y en ese tiempo falleció mi esposo. El cielo se nos vino encima a toda la familia, para mí la vida no tenía sentido, no quería vivir más, con todas mis hijas caímos en depresión.
A los 15 días de la muerte de mi esposo decidimos meditar de nuevo y encontré la salvación de mi alma, salí de la depresión y de todo lo que me carcomía en ese momento. Desde entonces no dejé más de meditar, en esta pandemia ni un día dejé de meditar y ni un poquito me afecta quedarme encerrada por la cuarentena, al contrario, yo me aferro a mi meditación y cada vez estoy más sana, ahora no me duele nada, estoy bien, estoy feliz gracias al método de esta meditación. Por eso, mis queridos hermanos que han leído esta pequeña historia, anímense a experimentar esta maravilla que se nos ofrece, no se van a arrepentir, se lo digo yo que ya he experimentado hace tiempo y siento en carne propia los resultados.
¡Volví a ser feliz!
Cuando tenía 12 años mi familia y yo estuvimos en un gran incendio en el que murieron más de 300 personas, entre ellas mi papá y una de mis hermanas. A partir de ese momento nada volvió a ser lo mismo. De un día para otro mi vida tal como la conocía se había evaporado y consigo se habían ido todos mi sueños y mi felicidad, dejándome con una gran sensación de impotencia e injusticia.
Desde ese momento viví la vida con mucha tristeza, sin poder aceptar lo sucedido. Lloraba mucho, me preguntaba ¿Por qué sucedió esto? ¿A dónde se han ido mis seres queridos? ¿Por qué ellos y no yo? ¿Cuál es el sentido de mi vida? Me sentía enojada con Dios. Dentro de mí solo había sufrimiento, era muy nerviosa, pesimista y siempre estaba estresada. Tenía muy mal carácter, era orgullosa y creía que solo yo estaba en lo correcto, pensaba solamente en mí y nunca en los demás, por eso siempre terminaba lastimando a las personas y esto me hacía sentir aún peor. Mi felicidad era momentánea y frágil.
A medida que pasaban los años cada vez le encontraba menos sentido a vivir de esta manera. pero no quería ir al psicólogo, ni me atraía ninguna religión porque había dejado de creer en Dios. No fue hasta los 23 años cuando empecé a meditar luego de haber escuchado la experiencia de una persona en la radio.
Desde el comienzo encontré súper lógica la explicación del origen de nuestro sufrimiento y me parecía genial que fuese algo personal e introspectivo sin intervención de la opinión de otra persona sobre mi vida ni mucho menos reglas sobre qué es bueno, qué es malo, qué hay que hacer y qué no. El primer cambio que sentí fue que pude empezar a dormir mejor, tenía menos pensamientos y por momentos me sentía feliz ¡sin motivo aparente! A medida que iba avanzando cada vez se me esclarecía más la mente y sentía un gran alivio. Empecé a ser mucho más atenta y empática con las personas a mi alrededor. Al desechar toda la carga que estaba llevando en mi mente, mi pasado dejó de atormentarme y empecé a disfrutar de mi presente, incluso a veces sentía que debía estar triste por algo que había sucedido, pero no lo estaba, porque eso que antes me hacía sentir mal ya no existía dentro de mí.
Todo el proceso por el que uno pasa haciendo esta meditación es sumamente gratificante porque uno se supera a sí mismo, encontrando la respuesta a todas sus preguntas y una paz y felicidad incomparables a lo que cualquier otra cosa te podría dar. Con esta meditación desarrollé mi espiritualidad, hice las paces con Dios y encontré el cielo dentro de mí. Ahora la felicidad me acompaña todos los días y me siento muy afortunada y agradecida con todo y con todos.
Encontrar mi ser verdadero
Yo llevo meditando casi dos años. Empecé a meditar porque creo que como todas las personas yo siempre buscaba algo, un significado más profundo a las cosas. Quería entender que me pasaba y porque sufría mucho, estaba bajo mucho estrés, de hecho empecé a meditar después de una ruptura amorosa entonces estaba atravesando un duelo de una relación súper larga. No me sentía bien conmigo misma, aunque hacia de todo: ejercicios comía bien, siempre era muy autoexigente con eso de cuidarme en lo físico pero algo pasaba adentro mío que no cuadraba y sufría muchos dolores de cabeza, migrañas, así es como vivimos y pensamos que es un estado normal. Porque es lo que vemos todo el tiempo.
Cuando empecé a meditar el primer cambio que vi fue que pude dormir mejor y luego con el paso del tiempo me di cuenta que esto era mucho más, que realmente era conocerme a mí misma, entender más sobre mí y mis heridas de la infancia que alguna vez pudieron afectarme. Normalmente buscamos distracciones, tenemos tanto miedo a sentir dolor y automáticamente queremos hacer algo, entonces si siento dolor me tomo una cerveza o salgo de viaje, siempre estamos tapando con algo, en vez de profundizar en ver de donde viene ese dolor y normalmente viene desde chicos.
Con la meditación llegas a profundizar y conocerte a ti mismo sin escapar. Lo más importante para mi es que el ser humano pueda conocerse a sí mismo y entenderse. Yo quiero vivir bien los años que tenga por vivir, quiero estar presente y no estar sufriendo todo el tiempo por cosas imaginarias. Y eso es lo que la meditación hace, poder entenderte a vos mismo y que puedas soltar toda esa carga y preocupación. También la meditación me ayuda mucho para poder ayudarle a mi familia otra vez, para poder transmitirle cosas buenas y no solo problemas, porque problemas hay demasiado, vos prendes la televisión y todo es problema. Entonces cuando uno sale de ese círculo vicioso realmente podes ayudar en la sociedad, podes transmitir cosas buenas, y eso es lo más importante, poder vivir de esa manera. Por eso les invito a todos a que prueben, acá perdés estrés, sufrimiento y carga. Perder es ganar. Es una victoria poder deshacerte de todo eso.
Un nuevo camino hacia mi recuperación
Empecé a meditar porque mi médico de cabecera me lo recomendó, me dijo que con la meditación se habían visto mejoras radicales en personas con desórdenes de ansiedad y depresión. Puedo decir que si no hubiese meditado hoy estaría en un callejón sin salida, estancada, porque las terapias psicológicas que si bien fueron beneficiosas en algún momento de mi vida, se volvieron obsoletas y dejaron de dar resultados positivos en mi recuperación.
Antes era una persona emocionalmente inestable y llena de miedos. Con la meditación empecé a tolerar mejor a los demás, a quererme a mí misma y a aceptar mi entorno y mi realidad. Aprendí a manejar mis emociones, retomé el ejercicio físico y la vida saludable. También aprendí a poner límites y a decir NO.
Meditación Asunción es una familia para mi. En mi vida había encontrado un lugar en donde me haya sentido tan comprendida.
Recomiendo esta meditación a todas las persona, sobre todo a quienes sufran de desórdenes de ansiedad y depresión.
Aprendí a vivir el presente y superé el insomnio
Antes era una persona a quien le costaba dormir por las noches y uno de los principales beneficios que obtuve al mes de haber empezado a meditar fue dormir de una manera fantástica!! Superé el insomnio y los sueños entrecortados, tengo más concentración y paz. Realmente me cambió la vida, además aprendí a no identificarme con mi ego, a ser más chill y disfrutar cada momento, en el aquí y el ahora!
Recomendado para todos aquellos que quieran aprender a estar presentes y tener paz.
Ahora sé qué hacer para cambiarme a mí mismo
Antes de comenzar Meditación de la Resta yo estaba insatisfecho con la vida, con el mundo y con las personas que viven en él, pero no tenía ninguna respuesta acerca del por qué de esa infelicidad. Tengo una buena esposa, 3 hijos amorosos, una linda casa y un buen carro. Siempre he querido trabajar para mí mismo porque realmente creía que eso me haría feliz. En los años previos al comienzo de la meditación, estaba logrando con cierta facilidad la mayoría de las cosas que quería en la vida para ser feliz.
Había una sensación persistente de que a pesar de que conseguía lo que quería materialmente todo parecía tan delicado y frágil. Estaba constantemente preocupado por el futuro desde una edad temprana. Un día me detuve y pensé que sin importar cuánto he ganado materialmente, todavía estaba preocupándome, más que nunca, por el futuro y lo que éste tenía guardado para mí. Me detuve y me pregunté a mí mismo, qué pasaría si me propusiera todas estas metas, si incluso las lograra … y todavía no llegara a estar seguro, ¿me sentiría feliz alguna vez?
Esto hizo darme cuenta de que había algo que faltaba en mi vida, algo que el dinero no puede comprar. He tenido preguntas toda mi vida sobre esto y aquello y no estaba contento con las respuestas que había escuchado. Luché con las personas y sus puntos de vista, yo estaba desesperado por conseguir mi punto de vista a través de eso, lo que causó problemas de relación. Incluso desconocidos que me encontraba durante el día, pude encontrar sentimientos molestos acerca de ellos. Mi mundo se convirtió en un mundo de enojo. Sabía que no era saludable para mí ni para los que me rodean … Empecé mi búsqueda. Empecé a leer libros sobre la espiritualidad para ver si podía encontrar respuestas allí. En un libro he leído acerca de la mente, lo que me interesó y me di cuenta de que algunos de mis problemas podrían haber surgido de mi propia mente. El libro me recomendó probar algún tipo de meditación. Así que cuando mi esposa trajo a casa un folleto de Meditación de la Resta, lo quise probar de inmediato. Tan pronto como empecé a meditar y deshacerme de las fotos, mi vida comenzó a cambiar más allá de lo que se pueda creer. Estoy muy agradecido a Meditación de la Resta porque ahora sé qué es lo que tengo que hacer para encontrar la paz y la verdadera felicidad.
Regalo de la Vida
Me cuestionaba sobre el rumbo de mi vida. Comencé a dudar sobre el verdadero propósito de la vida: ¿venimos a este mundo a construir una fortuna material?, ¿nos llevaríamos algo de esto al morir?
Tenía demasiado estrés al estudiar en una universidad tan demandante como la Universidad Nacional Autónoma de México, pero pensaba que era normal ya que todos mis compañeros vivían de la misma manera; tenía insomnio porque pensaba mucho sobre mis deberes escolares y mis planes a futuro; vivía con mucha ansiedad al pensar cómo poder conseguir mis metas. Mi salud se fue deteriorando notablemente debido al estrés. No lograba conseguir ni un momento de paz y me seguía cuestionando sobre el verdadero propósito de vivir.
En el 2010, recibí el regalo más grande de mi vida: conocí Meditación de la Resta. Asistí al seminario ofrecido por el fundador, escuché atentamente con una mente abierta aunque no pudiera entender claramente qué lograría con la meditación. Al poco tiempo de meditar, recibí el alivio que estaba buscando, dejé de tener pensamientos innecesarios que atormentaban mi cabeza y pude concentrarme mejor en mis proyectos del presente, pude mejorar mi rendimiento escolar. Pasé de estar pensando siempre en el futuro a apreciar las oportunidades que se me daban en el presente. Comencé a valorar más las cosas del día a día y a las personas que me rodean. Conforme fui avanzando en la meditación, me di cuenta de lo egoísta que fui al pensar sólo en cómo realizar mis expectativas en la vida, pude ver que esto fue lo que me llevó a alejarme de mis seres queridos, de mi familia y amigos. No había logrado visualizarlo porque vivía atrapada dentro de un sueño, del que no fui consciente hasta que desperté.
Ahora, al haber concluido todos los niveles de Meditación y haber encontrado mi mente verdadera, siento la necesidad de retribuir aunque sea una pequeña cantidad del enorme regalo de vida que me dio este método. Quiero que mucha gente conozca el verdadero propósito de la vida, aquél que no se encuentra en cosas materiales ni atado a los anhelos o expectativas que uno espera del mundo, sino en encontrar el camino a hacerse uno con el mundo mismo; este camino se encuentra en Meditación de la Resta.
Despertar a una vida feliz
Mi nombre es Patricia, quisiera compartir mi experiencia de vida antes y después de haberme encontrado con el método de Meditación de la Resta.
ANTES
Desde pequeña siempre me sentí muy insegura frente a las personas, sin embargo como me iba muy bien en el colegio me acostumbré rápidamente a tener cierta reputación y a obtener el cariño y admiración de la gente a través de mis logros.
Siempre sentí que era mi deber mejorar la situación económica en la que yo sentía que se encontraba mi familia. Con el correr de los años logré una buena carrera, un buen trabajo, y con ello vino la seguridad económica. Sin embargo esto no era suficiente, seguía sintiendo un vacío en mi corazón, algo que no me dejaba ser feliz completamente, y bueno quién es feliz cien por ciento! me decía a mi misma.
Fue ahí donde comenzó mi búsqueda para llenar el vacío interno, probando un poco de cada cosa que se me iba presentando, como la práctica de yoga, reiki, deporte, flores de Bach, psicólogo, libros de autoayuda, volver a la iglesia, tratar de entender la biblia, etc. Saltaba de una cosa a otra, encontrando alivios temporales. Mis amigas me decían que cuando tuviera un hijo sería completamente feliz, pero yo no compartía la idea de poner el peso de mi felicidad en otro ser, que ni siquiera había nacido.
Durante los últimos años, me enfoqué casi por completo en mi carrera pensando en que la realización profesional podría suplir este vacío. Lo que logré fue estresarme a tal punto de que mi cuerpo enfermó. Además, sin importar con quién estuviera, me sentía profundamente sola, lo que me tenía en un estado de ánimo muy bajo. Una noche al llegar a casa después del trabajo, me encontré con un folleto de Meditación de la Resta en la recepción del edificio donde vivo, y lo tomé decidida a probar con la meditación, aunque no tenía la menor idea de qué se trataba. Cuando llegué al centro local me sorprendí con tanto cariño que me brindaban sin conocerme, no tenía que ganármelo, sólo me lo daban. Cuando me explicaron el método de meditación, lo encontré muy lógico y fácil, así es que comencé, compartiendo mi tiempo entre el trabajo y el centro. A los pocos meses mi pareja también comenzó a meditar, tal vez intrigado por saber qué había de especial en esto que me hacía volver muy tarde a casa cada noche.
DESPUES
Conforme iba avanzando en la meditación me iba dando cuenta de lo equivocada que había vivido, que todo lo que había sucedido en el pasado y las preocupaciones del futuro nunca habían tenido sentido. Así que decidí en poner todo mi empeño y dedicarme por entero a la meditación, por lo que dejé mi familia y mi trabajo y, alentada por los asistentes del Centro, viajé a Corea. Ahora puedo ver que el orgullo con el que crecí y la constante búsqueda de aceptación, de reconocimiento y de amor sólo daban cuenta de lo autocentrada que había vivido, hasta el momento el mundo giraba alrededor mío, y que un gran sentimiento de inferioridad era la raíz de todo esto. Aunque siempre me consideré generosa con las cosas materiales, logré ver que con los años había acumulado un gran apego al dinero, por el temor que sentía frente a la posibilidad de no contar con éste en un futuro.
A medida que iba limpiando mi mente, comprendí también por qué sucedió cada acontecimiento de mi vida, encontrándole sentido a todas las cosas. Cuando llegué al cuarto nivel de meditación algo mágico ocurrió, y por primera vez tuve la certeza de que nunca había estado sola, que Dios se encontraba en mi corazón. Experimenté una tranquilidad tan grande como nunca antes, de ahí en adelante mi estado de ánimo mejoró considerablemente, sintiéndome en una especie de “estado de felicidad” permanente, y nunca más volví a llorar por sentirme triste o sola, lo que antes era muy común en mí. Ahora dedico cada día a restar, de acuerdo al método que nos entregaron, uno por uno cada pensamiento inútil que he guardado en mi mente todos estos años, y puedo sentir que cada vez la mochila que cargo en mi espalda se va haciendo más liviana. Pensar actualmente en mi vida de hace un par de meses atrás es como recordar una vieja película que vi muchas veces, por lo que cada vez se hace más borrosa y ya no tiene sentido volver a verla una vez más.
Tengo mucho que agradecer a los asistentes del centro de meditación de la Resta de Chile, porque siempre me alentaron a seguir, con su amor, su alegría, su positivismo, muchas gracias a la vida que me guió hasta aquí, gracias al método de meditación que ha cambiado y sigue cada día cambiando mi forma de ver las cosas. Ojalá que todas las personas pudieran experimentar lo que yo he vivido, ya que la felicidad en esta vida es posible.
Vivir sin estrés ni preocupaciones
Mi nombre es Dwi Widiastuti, soy del centro local de Meditación Indonesia. Antes de practicar Meditación de la Resta, no sabía por qué mi vida siempre estaba llena de preocupaciones, y esa era la razón por la cual me estresaba tanto. Estaba preocupada por el dinero, preocupada por mi futuro, mi familia y también por mis relaciones personales; y, además de eso, era una persona muy susceptible, por lo que si alguien no coincidía con mi mente, por dentro me sentía muy enojada. Eso me hacía sentir muy mal e incluso tenía dificultades para dormir en la noche.
Como mi mente no podía dejar de pensar, incluso mi cuerpo quería descansar, pero mi mente no me lo permitía. Esa era la razón por la cual no podía dormir bien en la noche. En ese tiempo, incluso estaba lejos de mi familia. A veces, sentía que mi mente estaba muy sola.
Cuando estaba en Singapur, mi ex jefe me habló acerca de Meditación de la Resta. De hecho yo nunca había sabido qué era, sin embargo, escuché la explicación acerca de Meditación de la Resta, me sonó muy lógico e incluso ellos tenían el método de la sustracción de la mente. Por lo tanto, decidí hacerlo. Ellos me dijeron que el método es muy fácil de seguir para todas las personas. Por esa razón, incluso yo he podido seguirlo fácilmente. Y luego de haber seguido el método de la sustracción nivel por nivel, mi vida ha cambiado muchísimo.
Ahora, mi cuerpo se mueve antes de que mi mente se ponga a pensar y a preocuparse. Este método es realmente increíble que solo con la sustracción las personas pueden cambiar completamente. Con este método, ahora mi vida está llena de felicidad y alegría. Ya no estoy preocupada ni estresada! Incluso las demás personas pueden sentir el cambio en mí, las personas de mi alrededor pueden notar que ya no soy susceptible como lo era antes, que ya no tengo esa mente. Mi esperanza es que todos puedan sentirse así, de la manera en la que siento esta felicidad en este preciso momento. Con este método de Meditación de la Resta, todos pueden lograrlo! Y ahora, estoy comenzando a ser asistente en mi país, en el centro de Indonesia. Mi sueño es que todos hagan Meditación de la Resta para alcanzar la verdadera felicidad y la libertad eterna.
¡¡¡¡¡¡Muchísimas gracias, Meditación de la Resta!!!!!!
Dwi Widiastuti, 30años, Indonesia